Buscábamos un término que recogiese de manera simple lo que en realidad encierra un reto complejo; Crear espacios y servicios actuales pero al mismo tiempo perdurables. Definibles como modernos , resultado del estudio, la observación y el análisis para ser disfrutados por un cliente receptivo y abierto a la innovación.

Esta búsqueda de una nueva tipología de habitación responde a la idea de evitar los modelos preestablecidos para los hoteles vacacionales que tradicionalmente se han trasladado a los hoteles de negocios, los cuales constituyen un concepto diferente que deben satisfacer otras necesidades, ya sea por el uso mayoritariamente individual de las habitaciones, por los servicios diferentes que demandan los usuarios, o por un tiempo de estancia más reducido.

Con la idea de una mayor flexibilidad espacial, se concibe la habitación y el baño como un único espacio, aunque con las divisiones mínimas necesarias para una correcta interrelación entra ambas funciones.

Una superficie acristalada enmarcada en aluminio es el elemento protagonista que articula los dos espacios. Se subdivide en dos cristales de idénticas dimensiones y diferentes funciones, uno ciego y el otro transparente. El cristal ciego impide la visión de las camas desde la puerta de entrada a la habitación y al mismo tiempo, reduce la visión directa del espacio de la ducha desde la zona de dormir. El transparente, relaciona visualmente las dos áreas.

Con respecto a las piezas del baño, se ha reconsiderado tanto su función como su posición. Mientras que el inodoro se separa, disponiendo de un recinto independiente, la ducha se incorpora al espacio, mediante una continuidad en el pavimento y por lo tanto, sin existir ninguna barrera física separadora. Lavamanos y encimera se formalizan como una única pieza de grandes dimensiones y el bidé desaparece, siendo sustituido por un pequeño teleducha en el mismo recinto y junto al inodoro.

Al igual que se sustituyen algunas piezas, se introducen otras nuevas. Este es el caso del puff-banco, cuya función es tal que debe ser considerado más como una pieza imprescindible que como un complemento. Su posición enfrentada a la ducha y a la base del cristal ciego le convierte en aquel elemento que en muchas ocasiones se echa de menos en un cuarto de baño, donde dejamos ropa, colocamos las toallas o nos sentamos para las distintas funciones de higiene asociadas al baño.

Se ha diseñado todo el mobiliario así como la iluminación en coherencia con el mismo concepto de habitación. Cabe mencionarse la mesa de trabajo, en la cual se ha dispuesto de una conexión de teléfono más, y se han incorporado nuevas tecnologías, como el sistema WI-FI de comunicaciones, que permite la conexión inalámbrica a internet para equipos portátiles.

Manuel Moreno Santana – Arquitecto